San Martín 1800
Teníamos un estudio
luminoso
con mesas largas
y lapiceras.
Yo insistía
en estudiar en la cocina
estaba horas
en las banquetas duras.
Preferiría ese espacio
porque era tan tuyo
y cuando pasabas
me hacías café.
Habrás reemplazado
las perillas del horno
manchadas de un tiempo
anterior a los nuestros.
Mi horno nuevo
está impecable
y no tengo sillas
en la cocina.
Trabajo de noche
total nunca ceno
pero no me tomo
ni un café.
Hace poco me enteré
por equivocación
de que finalmente
cambiaste el sillón.
Estaba raído
de tantas siestas
y luchitas
con nuestro perro.
Cómo será
ver mi biblioteca
sentado de frente
desde un sofá nuevo.
Yo también tengo uno
suave y gris
de esos que no son
aptos mascota.
Nuestra habitación
estaba separada
del resto de la casa
y el resto del planeta.
Nos moríamos de frío:
para ir al baño
había que salir
a la intemperie.
Todos los años
me enfermaba
faltaba al trabajo
y mirábamos pelis.
Ahora estoy sana
gano más plata
no tengo ocio
y el baño está cerca.
La puerta ventana
hacia el barrio ruidoso
no me separa
lo suficiente.