Tengo polleras demasiado cortas

Tengo polleras demasiado cortas

miedos nítidos

culpas infundadas

deseos contradictorios.

Tengo historias que no le conté ni a mi vieja

anécdotas de mierda

en la calle

en el cole

en un boliche

en la oficina.

Tengo un catálogo de mecanismos de defensa

y dos o tres cositos de gas pimienta

guardados en un cajón

porque me da cosa.

Tengo audacia los lunes cuando vuelvo caminando de noche

casi confiada de que voy a llegar

viva a mi casa.

Tengo precaución de no arrojar sin darme cuenta

invitaciones a ser cogida

a la fuerza.

Tengo educación formal

belleza hegemónica

tiempo para leer libros

y las noticias que hablan de pendejas fiesteras

y pendejas pobres

que “murieron”,

verbo intransitivo.

Combato a diario la vergüenza

el terror

el dolor.

Tengo una empatía sarpada

un nudo en el estómago

y me duele el útero

del hartazgo.